Poemas

de

Mario Meléndez

 

 

MI PUEBLO

Mi pueblo tiene frío cada día del año

tiene hambre y sed y juventud

Mi pueblo es un pedazo de madera

de cama que no alcanza para cuatro o para ocho

Mi pueblo tiene lluvia y viento

tiene caras dibujadas con ceniza

tiene manos que aplauden para no morirse

Mi pueblo no tiene nombre

no tiene edad ni edades

no tiene calles ni sonrisas

Mi pueblo no tiene Dios

la levadura y la sal vencieron a los santos

el agua de los grifos fue más pura que una iglesia

Mi pueblo es un resumen del amor cansado

es una biografía sin orillas ni rincones

un cadáver reciente

una copa que jamás será llenada

Mi pueblo tiene niños que parecen ancianos

y ancianos que se robaron los años

tiene mujeres con ojos apagados

y hombres cortados por la mitad

Mi pueblo tiene árboles sin troncos y sin hojas

tiene rosas que cambiaron su color

por un kilo de pan

Mi pueblo es una herida en el tiempo

una guitarra enferma y sorda y muda

una canción de nombres definitivamente tristes

definitivamente amargos

definitivamente olvidados en el gran sueño de la vida

 

APUNTES PARA UNA LEYENDA

Una mujer está parada sobre un puente

que no existió jamás

Su piel que jamás fue besada

flota sobre las aguas del tiempo

como un recuerdo sin rostro

Una carta que jamás fue leída

lucha por alcanzar la orilla

para que alguien la descubra

Un hombre que jamás ha leído

que no sabe leer

que no aprendió jamás

halla la carta y el cuerpo

debajo de ese puente

El hombre llora de impotencia

mientras la carta se deshace

entre sus dedos

El río que está lleno de lágrimas

se apiada de aquel hombre

y le revela el secreto de esa carta

Y el hombre loco de amor

junta sus noches y sus sueños

para arrojarse de ese puente

que no existió jamás

 

LA HIJA DE RIMBAUD

La niña del vestido abierto

se levanta a la hora

en que las palabras están de fiesta

porque ella misma es una fiesta

cuando tiende sus muslos al sol

y el viento la recorre

con sus dedos infinitos

Un triciclo de cristal la espera

junto a las flores del patio

y un nido de mariposas ciegas

se desnuda entre sus huesos de miel

Y en su lecho de plumas azules

ella cuelga sus trenzas de trigo

y cuenta sus abejas muertas

hasta quedarse dormida

mientras la tarde la envuelve

con sus labios amarillos

La niña del vestido abierto

se despierta a la hora

en que los relojes sueñan

porque ella misma es un sueño

cuando abre su vestido

y los gorriones se amontonan

locos de amor

sobre sus pechos de papel

 

CICATRICES DE GUERRA

A veces

cuando me emborracho

las palabras me traen a casa

en un viejo triciclo de madera

Y lejos de quitarme los zapatos

y acostarme

como ocurre en estos casos

me dejan tirado en el jardín

lleno de hormigas

y con la cara pegada

al foco del alumbrado

"Eso te pasa por escribir malos poemas"

me dicen

y se marchan cantando y riendo

abrazadas

a mi última cerveza

 

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