Gor o la incorrección política

 

en la

 

literatura fantástica

 

 

María L. Castejón

 

 ·

 

 

Introducción

 

           Hace tres años, durante la Semana Negra de Gijón, en las jornadas que lleva la Asociación Avalón bajo el nombre de AsturCon[1], di una conferencia sobre la saga de Gor de John Norman. Novelas de espada y brujería con alto contenido erótico. Precisamente hace unos días, el seis de septiembre, fue el 40 aniversario de la publicacion de la primera novela de esta colección. La editorial E-reads[2] ha celebrado este aniversario reeditando todas las novelas de la saga de Gor, tanto en papel como en formato e-book y a principios del año que viene saldrá, por fin, la tan esperada vigésimo séptima entrega bajo el título de Prize of Gor.

 

Con este motivo, que mejor ocasión para retomar aquella charla, y al mismo tiempo hacer una presentacion del mundo de Gor, en este especial de literatura erotica de “El fantasma de la glorieta”. Sin más preámbulos os dejo con la saga más polémica de la literatura fantástica: Gor.

 

                                         

 

Gor

 

Las novelas de Gor o Crónicas de la Contratierra son una serie de, por ahora, 26 libros, a la espera de la publicación del vigésimo séptimo[3]. De éstos, sólo catorce de ellos se publicaron en España, a finales de los años 80, a través de la editorial Ultramar que los catalogó como Fantasía Erótica.

Este conjunto de novelas ha estado rodeado de una intensa polémica desde poco después de su aparición en los años 60. Tomadas en un principio como una continuación de los mundos de espada y brujería, aventuras y naves espaciales de la era pulp, el escándalo provocado por su carga sexual y sus implicaciones las ha colocado a menudo en la categoría de “obra maldita” de la que no se solía hablar y cuya lectura no estaba muy bien vista. La serie es a menudo calificada de mediocre (¿pero cómo se sabe que es mediocre, sin haberla leído?) y sin embargo algunos de sus títulos han sido, hasta hace bien poco, prácticamente imposibles de encontrar, y duran muy poco en los expositores cuando esporádicamente salen al mercado ejemplares extraviados.

Pero, ¿Qué es exactamente Gor?

Gor es el nombre que los propios habitantes de su mundo dan a un planeta de nuestro sistema solar conocido también como Contratierra porque ocupa el punto opuesto en la órbita de nuestro planeta, permaneciendo siempre oculto a los terrestres por el Sol. Y no sólo comparte la órbita, sino también el aspecto, la ecología y la geología; sin embargo, difiere del nuestro en las especies animales, siendo éstas mucho más fieras y a menudo de gigantescas proporciones. Es un planeta sin polución y sin alta tecnología. En Gor las aguas son cristalinas, los cielos limpios, las mujeres hermosas y los guerreros pueden vivir las más increíbles aventuras.

Gor está gobernado por los Reyes Sacerdotes, unos poderosos alienígenas con aspecto de insectos. Son los responsables de que los primeros habitantes de Gor fueran traídos de la Tierra: los goreanos, por lo tanto, descienden de humanos secuestrados. La otra labor que desempeñan estos alienígenas es la de la defensa tanto de Gor como de la Tierra frente a los Kurii, una raza carnívora cruel y agresiva que ha destruido su propio mundo y orbita nuestro sistema solar en naves de acero a la espera de una oportunidad. Si bien los Reyes Sacerdotes tienen una tecnología muy avanzada (los goreanos que les sirven pueden viajar a la Tierra siempre que quieren, y de hecho, vienen a nuestro planeta a raptar humanos (o, mejor dicho, humanas), han establecido una serie de normas para restringir su utilización y desarrollo en las civilizaciones humanas. Los goreanos no pueden usar armaduras complejas ni maquinaria bélica sofisticada, y permanecen anclados en su tecnología bélica en una especie de Edad de Hierro controlada. Sus armas están concebidas para el desarrollo de su complexión muscular y su destreza, no pueden utilizar ningún tipo de explosivo químico, y también se prohíbe el desarrollo y la utilización de sistemas de comunicación de largo alcance. 

La saga comienza en 1967 con una novela titulada El guerrero de Gor en la que nos presentan el planeta, y un protagonista, Tarl Cabot, un profesor de historia que durante una excursión campestre encuentra una placa de metal con un mensaje fechado tres siglos antes. Tarl Cabot es trasladado a Gor por orden de los Reyes Sacerdotes. Allí descubre que su padre es Úbar[4] de una ciudad goreana llamada Ko-ro-ba y es entrenado en las artes de la guerra hasta convertirse en un Tarnsman, un guerrero capaz de dominar a las gigantescas aves de presa de Gor, los Tarns.

A medida que se suceden las entregas de las Crónicas de Gor se van describiendo elementos de un mundo sumamente exótico. Baste decir que la prohibición de desarrollo tecnológico no incluye aspectos como la medicina, y que en Gor mediante un suero, se puede frenar el envejecimiento que aqueja a la humanidad en la Tierra. Norman detalla además filosofía, geografía, fauna y flora de un microcosmos muy rico y minuciosamente descrito. La civilización principal del planeta, inspirada en las polis griegas y en las ciudades romanas, está estructurada en castas, y así podemos encontrar desde guerreros y mercaderes a escribas, médicos y campesinos.

Sin embargo, la distinción principal de la sociedad goreana se hace entre esclavos y libres. Las personas libres pueden unirse en juramento de fidelidad eterna mediante un ritual, tener propiedades, derechos políticos y el control de sus propias vidas. Los esclavos, que son tanto mujeres como hombres, viven en un estado de limitación permanente marcado por la dependencia. A lo largo de las novelas se muestra dramáticamente en varias ocasiones lo que supone el paso de un estado a otro.

Pero el aspecto más destacado, por el mayor juego que presenta en la trama, es la esclavitud femenina y sus implicaciones eróticas. A través de ella se muestra la característica fundamental que ha rodeado de polémica a la Saga de Gor, que hasta ahora hubiera podido parecernos un desarrollo más de los mundos de Espada y Brujería nacidos de la literatura pulp (hablaremos de ella más adelante). Este componente sexual, aunque insinuado en obras anteriores, nunca se había mostrado con tanta crudeza y rotundidad como en las novelas de John Norman. Y todo ello enfocado bajo el prisma de la dominación., sus secretos, sus juegos y la oscura atracción que ejerce sobre los seres humanos.

La dominación mostrada en Gor se plantea desde un punto de vista que no podía ser más polémico. El presupuesto inicial es que las mujeres sometidas a esclavitud y libres de las imposiciones de mantener una apariencia de control sobre sus actos y sus instintos son las únicas verdaderamente felices. De hecho, y por comparación, las mujeres de la Tierra –en plena sociedad moderna –se encuentran sexualmente reprimidas, lo que les lleva a diversos estados de neurosis. Cuando son trasladadas a Gor y sometidas por un hombre goreano descubren que a pesar de la falta de tecnología y la mayor dureza de la vida que allí desarrollan son más felices, pues han sido plenamente satisfechas de un modo que en la Tierra no alcanzaban.

Por otra parte en la sociedad goreana también hay mujeres libres, pero normalmente se las presenta como amargadas y frustradas, y especialmente violentas y crueles con sus esclavas, a las que tienen por desvergonzadas o seres inferiores, sin control de sus instintos y deseos. Normalmente antes de que termine el libro se las esclaviza. Entonces la fachada de supuesto autocontrol superior se derrumba, y ellas mismas se dan cuenta de que siempre han deseado ser esclavas y que en ese estado sí son plenamente felices. Toda esclava goreana es más libre que cualquier mujer libre porque puede disfrutar plenamente del sexo, siendo el sexo una necesidad tanto en hombres como en mujeres, aunque entre estas últimas sólo las esclavas pueden mostrar totalmente su goce.

 

              

 

Los antecedentes: el Pulp

 

Las novelas de J. Norman se incluyen habitualmente en el género denominado literatura pulp. Para una mejor comprensión de las mismas dentro de su contexto, orígenes e influencias, sería conveniente resumir brevemente qué se entiende por pulp.

A raíz de la película Pulp Fiction[5] de Tarantino, el término pulp se hizo coloquial, aunque ya antes era muy conocido por los aficionados a la literatura. Pulp significa “pulpa”, es decir la parte esponjosa que se encuentra en los troncos o tallos de las plantas leñosas. Esta pulpa constituye la materia prima en la fabricación del papel. Las novelas pulp se denominaban así porque se utilizaba un papel de mala calidad, obtenido a base de pulpa de madera. Sus dimensiones solían ser 25,4 x 17,7 cm. La temática era muy variada, de evasión, aventuras, a menudo con ciertos tintes amarillistas que terminaron creando el género digest[6]. Aunque las novelas por entregas no son una invención americana, ya que en el siglo XIX escritores de la talla de Dumas o Dickens recurrían a este tipo de publicaciones; la idea que la mayor parte de los lectores tienen del pulp se basa en la literatura pulp norteamericana.

 

                                                  

 

Este género se desarrolló a comienzos del sigo XX, siendo herederos de las novelas dime[7] que en las que aparecían personajes como Búfalo Bill o Nick Carter.

Las publicaciones pulp tocaban temas tan diversos como ataques nucleares, padres ejemplares que eran travestís, jóvenes enganchados a las drogas, prostitutas, marcianos, violencia, sexo bizarro, fetichismo, invasiones desde el espacio exterior, lesbianas del espacio, delincuentes juveniles[8]... Al principio los contenidos de las revistas eran muy heterogéneos pero a partir de 1915 empiezan a especializarse: revistas de detectives (Detective Tales), de terror (Weird Tales), de fantasía (Amazing Stories), aventuras orientales (Oriental Stories), [9]etc. Sin embargo, este tipo de publicación se vio muy afectada por los conflictos bélicos, que obligaron a disminuir su tirada por las restricciones de papel y muchas de ellas cerraron en los 50 tras la Segunda Guerra Mundial.

Estas revistas sirvieron de lanzamiento a autores de la talla de Lovecraft, Robert E. Howard, Burroughs, o Asimov. Sus portadas también hicieron época. Tenidas a menudo por escandalosas, eran la pesadilla de censores y autoridades morales de la época, con sus BEM (monstruos de ojos saltones) persiguiendo y atrapando a chicas terrestres de rotundas formas, eso cuando no tocaban directamente estéticas de bondage, sumisión o directamente sadomasoquista, con abundancia de chicas semidesnudas, látigos, tacones y cuerdas…

El mundo de la literatura pulp[10] era casi un estilo de vida, y también una forma de pensar. Lejos de creer que sus obras eran arte, algunos escritores se jactaban de haber escrito una novela en 6 semanas[11] y muchos de ellos utilizaban diversos pseudónimos para poder afrontar la demanda y no saturar el mercado. No obstante, cobraban por palabra unos precios irrisorios, aunque les permitían esos 15 minutos de fama durante los cuales se hablaba de ellos.

Podemos ver un reflejo de lo que suponía esta literatura en la película La vida secreta de Walter Mitty[12] de Danny Kaye, en la que el protagonista es propietario de una editorial donde se publican novelas pulp. O en la novela de Bukowski Pulp donde el escritor hace una parodia de las mismas.

Lejos del género pulp pero estableciendo una nueva relación entre erotismo y literatura hace su aparición durante los años 60 y 70  la revista Playboy. Siendo famosa principalmente por sus fotografías de desnudos femeninos, en aquella época publicaba relatos de escritores de la talla de John Steinbeck, Ernest Hemingway, Jack Keroac, Alex Haley, Hunter S. Thompson y Stephen King, que participaron en sus páginas con relatos de fantasía o ciencia ficción, a menudo de cierto contenido erótico.

 

                            

 

El autor: John Norman

 

“No conocemos a otra persona hasta que no conocemos sus fantasías”

John Norman

 

A medida que las tramas de las novelas de Gor iban subiendo grados en sus características más destacadas –erotismo, juegos de sumisión, contenido sexual cada vez más explícito– surgía la pregunta: ¿qué tipo de persona podía estar escribiendo aquello? Durante años el autor logró escudarse en su pseudónimo, pero la aparición de grupos de aficionados y el aumento de la polémica, sumados al desarrollo de la sociedad de la información acabaron por revelar su secreto: John Norman no era más que el pseudónimo de John Frederick Lange Jr (Illinois, Junio 1931).

John F. Lange Jr. trabajaba como profesor de filosofía en el Queens College de la Universidad de Nueva York. En el ambiente universitario era conocido como un filósofo muy controvertido y paradójicamente reaccionario debido a sus teorías sobre lo que consideraba una vida sexual sana, que posteriormente expondría en su ensayo “Imaginative Sex[13].

Según sus propias declaraciones, empezó a escribir fantasía porque a priori eran libros más fáciles de vender y llegaban a un público más amplio. Aunque sus libros más conocidos son las Crónicas de la Contratierra, no son sus únicas obras. En 1974 publicó Imaginative Sex, un ensayo sobre lo que él consideraba una vida sexual sana. En 1975 publicó Time Slave[14], un ensayo sobre la esclavitud a lo largo de la historia. Más tarde, en 1979, publicó Ghost Dance[15], otro ensayo, esta vez sobre la danza practicada por los Sioux en estado de trance por consumo de peyote.

Finalmente, entre 1991 y 1993 salen a la luz una serie de relatos publicados en tres números, recogida bajo el nombre de Telnarian Histories[16]. A pesar de tener lugar en el mundo de Gor, esta vez se trata de una ciencia ficción más dura que fue criticada negativamente y tuvo poca acogida.

John Norman utilizó inicialmente el mundo de Gor como plataforma para exponer sus puntos de vista filosóficos acerca de la esclavitud. Los tintes eróticos contenidos en las novelas supusieron su éxito como best sellers no sólo entre los seguidores de fantasía sino también entre un público más amplio que descubría en ellas, bajo la forma de novelas de aventuras y acción, los encantos del BDSM[17]. En cuanto al autor, se sentía muy orgulloso de que una mujer pudiera acceder a sus fantasías de sumisión acudiendo a cualquier librería y sin tener que recurrir a un sexshop.

El éxito de las novelas de Gor no es ajeno tampoco al contexto en el que se publicaron, los años 60 y 70. Por un lado estaban los hippies hablando del amor libre; por otro lado, se predicaba una sexualidad femenina más responsable y aceptada. En una época en la que se presentaban en público teorías tales como que una mujer, para tener una sexualidad sana, debía practicar el sexo tres veces por semana, la aparición de unas novelas de aventuras algo subidas de tono podía ser considerado un acontecimiento menor. En un ambiente mucho más liberal que el actual y con la aparición de las nuevas teorías sobre sexualidad lo que se buscaba era que la mujer aceptara su papel activo en las relaciones sexuales, esto es, disfrutar y descubrir sus gustos y preferencias, siempre de acuerdo con su pareja. El sexo debía ser siempre pactado, nunca impuesto. En ese contexto, la aparición de la sociedad goreana descrita en las novelas de Norman no pasaba de ser una extravagancia menor.

Es en el comienzo de los años 80, con el apogeo de los movimientos feministas y la presión por parte de elementos tanto conservadores como progresistas –en extraña sintonía –para el establecimiento de unos “valores correctos”, cuando se desatan las iras contra la obra de Norman. El autor fue descrito como un  misógino que despreciaba a las mujeres y las reducía a meros objetos, y fue proclamado el enemigo numero uno de todo lo políticamente correcto en la literatura fantástica.

A la muerte del dueño de DAW (editorial que publicó la mayoría de los libros de Norman) una vez finalizado el contrato, la editorial se negó a publicarle más libros. La presión de movimientos feministas, conservadores y progresistas –una vez más, la extraña alianza -provocó que Norman pasara a formar parte de la lista negra. Esto no impidió algunos intentos de reeditar sus libros, pero todos fracasaron.

Una vez más, la llegada de Internet supuso un cambio radical en la capacidad de los grupos de presión de decidir qué debe ser publicado o conocido. A pesar del boicot a su obra –o puede que precisamente a causa de él – y probablemente por su condición de maldito, John Norman se había convertido ya en un escritor de culto cuando internet y los ordenadores tomaron el relevo en el poder mediático. Grupos organizados de seguidores de sus novelas que se autodenominan goreanos, se agrupan en portales de chat, páginas web, etc. También había adquirido para entonces cierta importancia la actividad económica de los coleccionistas que buscaban toda clase de artítulos –posters, ilustraciones, comics… –relacionados con el mundo de Gor. Hace unos años los cuatro primeros títulos de la serie fueron editados de nuevo por la editorial New World y la editorial E-reads ha publicado, hace unos dias, todos los números de la serie goreana en bolsillo, y para evitar la censura y los boicots en las librerías tradicionales se han lanzado a la venta directa a través de librerías virtuales como Amazon así como su edición en formato e-book.

 


                       

 

 

Conclusión

 

No hace falta quemar libros si se puede evitar que se vendan”

John Norman

 

El repaso realizado al concepto de literatura pulp debería servirnos para comprender que las novelas de Gor no deberían ser consideradas de modo diferente a como se consideró el pulp en su momento: narraciones sin más pretensiones que entretener,  con aventuras exóticas y cargadas de erotismo.

Desde un punto de vista literario no son, desde luego, ninguna obra maestra. Gor ha sido muy criticado también por ser una copia descarada de las novelas de Burroughs. Sin querer entrar en la polémica, los paralelismos son muy claros: entre los orígenes de John Carter y Tarl Cabot, los inicios de ambas sagas, tipo de planetas, la tecnología, las armas, la religión etc. No obstante, como detalle anecdótico, sería también interesante comentar que en 1953  una autora llamada Leigh Brackett  publicó su obra La Espada de Rhiannon[18]. Se trata de un homenaje a la obra de Burroughs y en especial a su saga de John Carter, y sin embargo llama la atención en esta obra su contenido erótico, más cercano al de John Norman, y su predilección por mostrar hombres dominantes frente a mujeres sumisas. Por supuesto, las críticas fueron aún más feroces, si cabe, con la autora, por su condición de mujer que presentaba a otras mujeres de ese modo. Aquellos que tienen unas ideas muy claras acerca de cómo debe ser visto el mundo por los demás –es decir, como ellos lo ven -aparentemente no cesan nunca…

Muchas veces, sin embargo, una obra no es tan importante por lo que en sí misma representa y muestra como por las puertas que abre. Las novelas de Gor de John Norman no son una gran obra literaria. No suponen tampoco una gran novedad en planteamientos ni tratamiento, y todo lo que añaden al género al que pertenecen son diferencias de grado en factores que ya antes habían sido mostrados o insinuados por otros escritores. Esto no es especialmente malo, ni justifica su condición de malditas del mismo modo que no son tenidas por tales las novelas de la Dragonlance o cualquiera de las series de Space Opera habituales en las librerías.

            Sí hay en ellas, en cambio, un rasgo diferencial importante, y es que, dejando a un lado otras consideraciones, han sido una fuente de inspiración poderosa para la creación en campos muy diversos.

            Algunas de esas creaciones no han sido muy afortunadas, como son las creadas en el campo cinematográfico. El mundo de la Contratierra ha sido llevado a la pantalla en dos ocasiones, la primera llamada Gor y la segunda Los proscritos de Gor (películas de serie B sin mucho presupuesto y eliminando, por descontado, toda la carga erótica).

En el mundo de la ilustración los resultados han sido muy distintos. Boris Vallejo[19] realizó numerosas ilustraciones basándose en diferentes capítulos del mundo de Gor (utilizadas como portadas en algunas ediciones). Chris Achilleos[20] o Gino d´Achille[21]  han basado también muchas de sus ilustraciones en dicha saga(este último ha sido autor también de numerosas portadas). La lista de ilustradores y pintores inspirados por las novelas de Norman sería interminable. Sin ir más lejos, la edición española de las novelas de Gor realizada por Ultramar contaba con portadas de Toni Garcés.

En el terreno musical nos encontramos con Gwar[22], quienes han creado su propia historia a partir del mundo descrito por Norman, añadiendo elementos del gore y una mayor violencia.

Y además de todo esto, está, por supuesto, internet. En el momento de preparación de esta conferencia una búsqueda en el Google de “John Norman Gor” hace aparecer unas 16.400 páginas en 0.25 segundos[23]. Aquí podemos encontrar mapas, estudios de la fauna y flora de Gor, webs donde enseñan a comportarse a las esclavas o kajiras, donde se las enseña a bailar, sus posiciones según los libros de Norman, un diccionario de goreano, etc. Muchas de estas webs están creadas por grupos de goreanos es decir, personas que viven siguiendo el modo de “vida” goreano ya sean amos o esclavas (la mayor parte de estos grupos están radicados en los USA, aunque quizás esto ultimo no hacía falta decirlo). La web más importante de los seguidores de Gor se llama “Gor on earth[24] (Gor en la Tierra). Los seguidores de Gor han poblado los canales de diferentes chats: IRC, ICQ, Yahoo!, etc; con canales privados en los que viven esta fantasía.

Porque al fin y al cabo se trata de eso y poco más. El mundo de Gor es solo una fantasía; exótica, excitante y un poco inquietante (como deben de ser quizá todas las fantasías), y como tal hay que tomarla.

 

 


 

[1] Página web oficial de la AsturCon: http://www.asturcon.org/

[2] Página web oficial de la editorial E-reads. http://www.ereads.com/2007/08/feature-gor-by-john-norman.html

[3]Prize of Gora la espera de ser publicado por E-reads Publishers a principios de 2008.

[4] Úbar es un alto cargo militar en tierras goreanas.

[5] Pulp Fiction. 1994. Quentin Tarantino. Intépretes: Uma Thurman, John Travolta, Tim Roth, Harvey Keitel, etc.

[6] Digest Literatura pulp amarillista. Se centraba en temas mucho más morbosos no sólo en aspectos eróticos.

[7] Dime novelas de 10 centavos.

[8] Nos encontramos con títulos como I was a Drug Addict (Fui un drogadicto), Lesbians in Space (Lesbianas en el espacio), I got married with a dead man (Me casé con un muerto), etc...

[9] Cronología de las ediciones pulp: http://orbita.starmedia.com/~conde_vargas/cronologi.html

[10] Página web donde se recogen diversas  portadas de este género: http://personales.ya.com/ingenieros/pin_ups/pulp/pulp.htm

[11] Palabras dichas por Lester Dent.

[12] La vida secreta de Walter Mitty. 1947. Norman Z. McLeod. Intérpretes: Danny Kaye, Virginia Mayo, Boris Karloff.

[13]   Imaginative Sex. Norman, John. Mass Market Paperback. 1974. 

En 1997 se publicó una segunda edición por la editorial Masquerade Press con prólogo de Pat Califa.

[14] Time Slave. Norman, John. 1975. New American Library

[15] Ghost dance. Norman, John. 1979. Paperback.

[16] Telnarian Histories,  las tres novelas fueron editadas en los años 1991 a 1993 por la editorial Warner Quesear.

[17] BDSM son las siglas de bondage, dominación y Sadomasoquismo.

[18] La espada de Rhiannon. Brackett, Leight. Martínez Roca Super Ficción.1953.

[19] Página web oficial de Boris Vallejo: http://www.imaginistix.com/

[20] Página web oficial de Chris Achilleos: http://www.chrisachilleos.co.uk/

[21] Este autor no tiene página web oficial pero se pueden ver algunas de sus obras en: http://www.artistpartners.com/portfolios/gino_d_achille/

[22] Página web oficial del grupo Gwar: http://www.gwar.net/

[23] Esta búsqueda fue llevada a cabo en julio de 2004, esa misma búsqueda en septiembre de 2007 ha dado 2,070,000 páginas en 0.15 segundos. En apenas tres años y han aumentado en más de 100 veces esa cantidad y menos tiempo de búsqueda.

[24] http://www.gor-on-earth.com/

 

 

SUMARIO