Ángeles Mora

 

EL INFIERNO ESTÁ EN MÍ

 

Pasos de un peregrino son errante

(Góngora)

 

El infierno no son aquellos otros

que siempre se quedaron lejos

de mi calor:

el infierno soy yo.

Mi nombre es el desierto donde vivo.

Mi destierro, el que me procuré.

No me he reconocido en este mundo

inhóspito,

tan ancho y tan ajeno.

Supe que mi equipaje, demasiado indeciso,

pronto me delataba. Este mundo tampoco

se reconoce en mí.

Yo siempre estuve fuera,

en otra parte siempre.

Soy una extraña aquí.

Sólo tengo una fuerza, sólo un secreto acaso:

esta voz que me escribe,

el doble que me habita en el silencio.

Este otro, mi infierno,

el vértigo

que al despertarme empuja

a una huida sin fin.

Estos son sólo pasos

de un peregrino errante.

Los caminos

que no me pertenecen,

las palabras prestadas que los días

dejaron en mi oído.

 

SUMARIO